Héctor es muy
inteligente y por sus notas académicas lo van a llevar a un instituto privado con
buenas instalaciones para que en un futuro pueda acceder a una buena
universidad. El problema es que la semana pasada insultó y agredió a un compañero de clase, lo
que mancharía su expediente académico si el director le pusiese una sanción y
no le dejarían entrar en el instituto. ¿Debe el director poner la sanción?
Este dilema
me gustó mucho porque me siento muy identificada con él porque igual que no
puede pasarte nunca, puede ocurrirte cuando menos lo esperes.
Para empezar, habría que ponernos en el lugar
de Héctor y saber por qué hizo lo que hizo, porque a lo mejor tenía alguna razón, o no,
puede ser que lo hiciera porque si, pero si hubiera una razón se le podría
restar importancia a lo que hizo aunque no sería lo correcto.
También hay
que fijarnos en la gravedad de la pelea, porque no es lo mismo que te agredan y
te rompan un brazo o una pierna, a que te agredan pero que solo te dejen un
cardenal.
Dicho estos
puntos que son muy importantes voy a intentar resolver este dilema
¿Qué haría
yo? Al principio pensando el frío dije yo le pondría la sanción porque se la
merece, que no lo hubiera hecho, pero luego ya meditando no le tenía porque por
una parte sería bueno poner la sanción porque así evitaríamos que se repitiese
y Héctor no lo volvería hacer. Pero por otra parte sería una lástima que por una
insignificante sanción se le privase a Héctor de la oportunidad de su vida
porque no se sabe si sus padres podrían
pagarle la universidad si a Héctor no fuera a ese instituto.
También
podríamos decir que si el director evadiera su responsabilidad y no le pusiera
la razón, los demás a alumnos podría quejarse y tomarla en contra de Héctor
porque no es justo que a muchos por eso si les sancionen y a él no por el
simple hecho de ser muy inteligente, siendo que se supone que todos somos iguales y tenemos
los mismo derechos. Sí que es verdad que si el director no pusiese la sanción
Héctor iría al instituto y no solo se daría cuenta de que confían en él y que
esperan que no vuelva a repetirse el problema sino que el mismo instituto
ganaría mucho prestigio al mandar a un alumno con tantas capacidades y podría
ganar más alumnos y mas aporte
económico. Aunque por esa parte a lo mejor Héctor cogía confianza de mas y
abusaba de su inteligencia para hacer lo que quisiera y eso tampoco es así, si de
así fuera sí que había que sancionarlo aunque eso significase quedarse sin ir
al instituto.
Si dejamos
un momento los pros y los contras y no
ponemos en la piel de los implicados, nos sería más fácil elegir una opción.
Por un momento pongámonos en la piel del director, su deber es poner la sanción
pero si lo hace podría arrepentirse de haberle negado a Héctor la oportunidad
de su vida, lo que vendría a ser remordimiento de conciencia y la gente podría
presionarlo por esa razón misma.
Si nos
ponemos en la piel de Héctor podemos sacar que tal vez él no quiere ir a ese
instituto y por eso se metió en problemas o tal vez fue un error, que puede ser
perfectamente ya que todos somos humanos y nadie es perfecto. También puede ser
que no tuviera otra opción y que por eso tuvo que agredir a su compañero, puede
ser que se estuviera defendiendo y de ser así la culpa sería de su compañero no
suya, y por lo tanto no habría que ponerle sanción ninguna a él sino a su
compañero.
Llegados a
este punto me atrevo a decir que es lo que yo particularmente haría, lo que yo
haría sería castigarle de un modo en que no afectase a su futuro escolar porque
según el diccionario la definición de castigo es la siguiente: sanción o pena
que se le pone a cualquier ser vivo que incumple las normas para que aprenda la
lección. Si castigamos a Héctor de la otra forma no solo le castigamos sino que
afectamos a su futuro y normalmente cuando a alguien se le castiga no
se le afecta a su futuro de una forma tan permanente como a esta sino de una
forma temporal, hasta que pasa el castigo. Por eso yo intentaría castigarle de
otra forma porque hay miles de formas posibles como por ejemplo sin recreo,
recogiendo basura… No limitando la capacidad de desarrollar su inteligencia,
así ni le perjudicaría pero tampoco evadiría mi deber como director.
No hay comentarios:
Publicar un comentario